Junta de Administración de la plaza de toros “Vista Alegre”
Calle Pablo Picasso, 13
48012.- Bilbao
Para hacer llegar a Dn. Matías González, en su calidad de Presidente de las Corridas Generales de Bilbao de 2015
Sr. Dn. Matías González
Sr. Presidente de las Corridas Generales de Bilbao de 2015.
Muy Sr. mío:
Tengo dudas de que mi carta llegue alguna vez a sus manos. Ignoro con exactitud su dirección, y me temo, que aunque logre su meta, no va a estar tentado de leer algo de quien no conoce.
Así que considero que mi primera obligación presentarme. Soy un español cualquiera, televidente y viejo aficionado a los toros. Esta carta que me atrevo a dirigirle no va a hacerse más pública que lo que Ud. decida hacerla, pero como tampoco me gusta el anonimato por lo que pueda tener de escondite cobarde, al final de la misma le anotaré mis datos personales de forma más concreta, por si necesita mi referencia.
Es evidente que tras esta presentación mi carta va a referirse en su contenido a su infausta actuación como Presidente de la Corrida de la Feria de Bilbao el día 27 de Agosto del presente año. No suelo ser de natural exaltado, pero su comportamiento ha dejado en mí una huella tan incómoda y un sentimiento tan doloroso que no puedo evitar intentar una descarga para alivio del mismo.
Había oído hablar de Ud. curiosamente como buen aficionado; pero eso extrañé aún más su decisión de la no concesión de la segunda oreja a la faena de El Juli. Sí, ya sé que la concesión o no de ese trofeo es potestad suya, y también que la estocada estaba ligeramente desviada de su lugar exacto. ¿Cuánto Sr. Matías? ¿Dos?, ¿tres cts.?, ¡qué pobres y ruines argumentos defensivos resultan de quien se sabe y se siente haber cometido un error, una injusticia, un “delito moral” irreparable! (Lamento que la TVE no tenga dispuesto un “ojo de halcón” tan útil para otros programa deportivos que nos hubiera aclarado ese error que Ud. con la precisión adivinó.
Porque, Sr. Matías, aunque Ud. se apoye en “esos argumentos”, o en su historia de presidente “casi profesional u honorario” de esa plaza. ¿Sabe Ud., la Esencia de lo que es una Corrida de Toros? ¡Pues me parece que No Sr. Matías González! Mire Ud. una Corrida no es solo el dominio técnico, y valiente de un hombre sobre un animal terrible e indómito, ni tampoco la ejecución gallarda y artística de las distintas suertes con las que el torero ejecuta el canon de la tauromaquia o su repertorio propio. Una Corrida es por supuesto eso, y MUCHO MÁS; es SOBRE TODO una Experiencia emocional de un Grupo que identificado con el torero y su quehacer, se conmociona y vibra con los mismos sentimientos que éste pone en la ejecución de su tarea torera. Y cuando ocurre esto, cuando se da esa conjunción de dominio-artístico frente a la dificultad, y es captado y sentido por el público que lo percibe, se da esa experiencia emocional común de exaltación casi milagrosa, universal y humana, que usa el lenguaje mágico de los gestos porque va más allá de las palabras (Tome Ud. conciencia de que estamos percibiendo la lucha y el triunfo de la Vida sobre la Muerte, del Orden frente al Caos o del Arte frente a la Rutina).
Ud. en su rol de líder-portavoz-juez-presidente que es, de ese colectivo en esa experiencia, tiene la obligación de darle un curso adecuado a la misma con el premio-veredicto exigido por un jurado popular y unánime que es el público. Exigencia o demanda que ha hecho en función de la intensidad y calidad de esa conjunción de la tarea del torero con la emoción común despertada.
Ud. no ignoraba que ese toro no tenía la facilidad de otros de “orejitas caídas”, que era un toro que había salido suelto, probón, incierto y distraído; que apenas había apuntado una embestida por el lado izquierdo en una de las entradas a banderillas y que a todos nos parecía intoreable. Frente a esas escasas expectativas de éxito el torero “cuajó” una gran faena y sintonizó con el público en el triunfo logrado.
Ud., por su cargo, no tiene ningún derecho a cambiar esa expectativa de satisfacción y éxito, por otra de frustración y enojo. No lo Tiene, por mucho Poder que se adjudique a sí mismo, ni por mucho que adore a su persona o a su “respetable” masoquismo. No señor, no lo tiene.
Ud. con su decisión y con su justificación posterior ha causado un terrible daño a la Fiesta, haciéndola retroceder nada menos que tres siglos confundiendo el toreo actual con el ejercicio público de los antiguos “matatoros”.
Ud. ha robado a un individuo un éxito merecido, y a un grupo de varios miles de personas el goce de un sentimiento de satisfacción merecido.
Desde ese día, Sr. Matías, con su extraña afición a cuestas, ha pasado para mí a formar parte de esa lista negra de “ilustres “anti-taurinos”.
No le disculpan de su error ni la deplorable actuación el día de los Bañuelos permitiendo mantener en el ruedo toros inválidos, ni el justo premio concedido Urdiales, (es fácil actuar a favor de corriente), ni las orejas domingueras regaladas en los finales de la Feria.
No sé si es posible una Reparación de esos daños, pero debería de sentirse obligado a solicitar de forma pública y notoria PERDON para intentar restituir la imagen de la Fiesta, del Público y de El Juli. Yo, al menos como parte de los dos primeros apartados, la espero.
Ud., Sr, Matías, ya no tiene categoría para presidir ningún festejo taurino. El sillón de Presidente no es su asiento. ! ¡Váyase! No sirve para estas cosas. Ceda el puesto a alguien que no sea tan parcialmente dañino. Su asiento, si es verdad que tiene afición a los toros, está más abajo. Descienda a los tendidos y resuelva sus filias y sus fobias con sus compañeros de localidad. Decídase a ser un poco “torero”, arrímese al terreno de la opinión de los otros y defienda su criterio personal cara a cara, sin la protección ventajista que le da su puesto. Ud. conocerá el dicho de que “los buenos toros descubren a los malos toreros”, pues eso le ha pasado a Ud.: “Los buenos aficionados descubren a los malos presidentes”.
Y, ya que está en esa buena tierra vasca y aprovechándose de su riqueza folklórica tan rica en juegos autóctonos, vaya a ofrecerse para presidir concursos de lanzamientos de boinas o txapelas, de barra vasca, de azada, etc. En esos menesteres podrá aplicar con más exactitud y más satisfactoriamente su canon de medidas y sus centímetros.
¡Hágame caso: Váyase y que Dios le perdone!
León a 1 de septiembre de 2015
Valentín Rodríguez Melón.
Gran Vía de San Marcos, 57 – 3º izda.
24001.- LEON
e-mail: vrodriguezmelon@yahoo.es