El por qué de NOSOTROS:
Desde siempre fuimos más.
Por el aquél de re-conocer (más cómodo que conocer) nos juntamos los más próximos e inventamos el Nosotros. Fue la gran conquista del género humano que de esta manera se constituyó en Especie.
Luego, tras el afán de ser los mejores, buscamos y encontramos otros gemelares o parecidos con los que hicimos el segundo gran invento: Los Demás o Los Otros, en los que depositamos las cosas que a “nosotros” no nos gustaban.
No solo había que sobrevivir, sino sobrevivir buenos y bonitos. ¡Éramos tan breves! que no teníamos espacio ni tiempo más que para presumir. Con este bagaje especular de presunción iniciamos el camino…. y así seguimos, codo a codo con el otro y contra el otro. Siempre y solo Nosotros, y …. por necesidades estéticas o éticas: Los Otros.
El individualismo no pasó de ser esa repetida pesadilla que nos despierta asustados cuando nuestros fantasmas están a punto de convertirse en realidad.
Este trabajo, rinde un humilde culto al Nosotros, que aceptamos, glorificamos y soñamos con perpetuar.
En esta realidad colectiva me voy a permitir una referencia individual y por supuesto fantasmagórica. NOSOTROS, era el título de la primer revista para la que escribí un artículo. Era – imagínenselo – , la publicación trimestral, semestral o anual que a duras penas se hacía prensa en el Instituto por el que pasó mi bachillerato. A su recuerdo me obliga la Gratitud y la perenne Nostalgia del pasado. Espero conservar algo de aquella insolente y letárgica ingenuidad con la que lo escribí. Entonces, mi artículo lo leyeron dos personas: ni madre y yo. Ahora, no lo niego, tengo el deseo de encontrar un número de lectores superior al de entonces.
Gracias a Ud., amigo lector si anda por estos alrededores
Así que SOMOS, luego existo.
Y … ¡Viva el Nosotros! Aunque – perdonen el egoísmo – sea a costa de Los Demás.
- I – “ALGUIEN” dice que al principio pasó “ALGO”
Fig. 1.- Stephen Hawking y el BIG BANG
- II – Enseguida llegó el HOMBRE, y con él empezaron los conflictos; más que nada por aquello de reclamar los derechos de autor.
Fig. 2.- La creación del hombre según el Creacionismo y Miguel Ángel.- (dibujo, de Superman)
Figura 3.- La creación del hombre. El Evolucionismo .- (dibujo de Darwin)
El Hombre vió a la mujer, y viceversa , …. ambos, se extrañaron de no ser iguales, y esa extrañeza siniestra que viene de unir lo semejante y lo distinto, les creó inquietud. (ahora diríamos que posiblemente estuvieron a punto de tener un ataque de ansiedad)
Dibujo 4.- Se vieron, se miraron, y como desconfiaban la curiosidad les acercó
Como se tolera mal lo diferente, empezaron a juntarse una y otra vez, de una y mil maneras hasta ver si lograban el género único …….. No lo consiguieron, pero así nació el KAMASUTRA, ….. y tal vez la pintura cubista
Dibujo 5.- Se juntaron, (dibujo libre del Kamasutra)
- V –
Así que les tocó “gestionar” las diferencias. Decidieron entonces hacer un modelo de relación copiando lo que se veía en la naturaleza, es decir: el de Dominante/Sometido.
Eso sí, lo hicieron en la forma que les pareció más democrática: La Alternativa oscilante, unas veces manda uno/a y otras el otro/a. … a la larga no sé si se habrá dado el equilibrio buscado. La verdad es que abundan más las viudas.
Dibujo 6.- Las Diferencias: ÉL – ella
Dibujo 7.- Las diferencias: ELLA –él (Dibujo de Manuela Carmena – con la venia y su permiso – )
Un día, no sé si aciago o feliz – aunque seguramente era primavera -, en la época en la que le tocaba dominar al hombre, ocurrió algo insólito; la mezcla de una naturaleza inhóspita (llovía, y antes lo hacía a lo bárbaro), el recuerdo de una noche placentera (la memoria no siempre fue un buen aliado del progreso), la añoranza instintiva del arropamiento que “tironea” tanto para atrás, y tal vez esa compulsión a la repetición (que incluso Freud – que la inventó – no sabía si era para bien o para mal), produjo un cambio en el desarrollo habitual de las tareas. El cazador renunció a cazar bichos, se paró en el dintel de su cueva o de su dolmen, miró para atrás: vió, … recordó lo que dejaba y ….volvió. Así nació la Pareja (ese invento de la juventud moderna que intenta perpetuar el apego a los padres disfrazándolo de logro sexo-independiente) … e inmediatamente llegó un invento que ahora suena a antiguo: la Familia
Dibujo 8.- La Pareja .- (el segundo Big-Bang)
VII
Con la familia llegaron los hijos y la responsabilidad de ellos; había que prepararlos para enfrentarse al mundo y ganarse un futuro, ahí apareció la Escuela. Había que enseñar y aprender a sobrevivir, y eso exigía – , como siempre – , saber buscarse el sustento para poder comer todos los días.
El Supermercado era entonces abundante pero había que lograrlo con tanto esfuerzo como ahora en el primer día de Rebajas de unos Grandes Almacenes. Hubo que enseñar y aprender a cazar.
Como Uds. supondrán la primera Escuela que se desarrolló, porque era la más útil a la supervivencia, fué … La escuela de Tauromaquia.
Dibujo 9.- La primer Escuela.- La escuela de Tauromaquia
VIII
Al haber varias generaciones empezaron las peleas. Lo jóvenes tenía la obligación de rebelarse, los viejos la de tener razón, y la edad madura se dividía entre apuntarse al parricidio o al filicidio según sus fuerzas. Así que hubo que poner orden y nacieron las Leyes.
El primer ensayo de justicia era claro y rotundo: la ley del talión, ojo por ojo y diente por diente. Se trasmitía de boca en boca o por imitación y no había burocracia que la enlenteciera. Pero hubo de abandonarse porque en poco tiempo había muchos ciegos que no veían qué cazar para comer, ni cómo masticar lo que les llegaba a la boca. (Vivir en la ceguera nunca ha resultado vistoso por mucho que hayan querido explotarla desde Demócrito a José Saramago). La ley ponía en riesgo de extinción a la especie humana y hubo que cambiarla.
Así que en vez de una Ley se hicieron muchas leyes y para que perduraran pasaron a grabarlas en piedra, buscando un material más duro que las cabezas en las que debía de entrar. Con ellas parecía que la convivencia iba a ser más fácil porque se hizo una separación clara: había buenos y malos, indios y cowboys, moros y cristianos, rojos y azules, etc.,. Ya lo dijo Julio César: Divide y vencerás y así se perpetuó el sometimiento humano.
Cada colectivo hizo las suyas. Eso sí, tenían todas algo en común y un “leitmotiv”, reforzar la capacidad de influencia del que ostentaba el Poder.
Dibujo 10.- La Ley de Judá (Moisés caracterizado de Charlton Heston)
Dibujo 11.- El primer código.- (versión actualizada y españolizada del Código de Hammurabi)
IX
Como las piedras no eran planas, hubo gente que empezó a leer los bordes, fueron los Jueces y los Abogados, que descubrieron que los conceptos que parecían eternos e inamovibles como la Verdad, la Justicia, etc. , eran como los metales: dúctiles y maleables.
Y el hombre hubo de caminar ya para siempre entre la Duda y la Confusión. Nació un personaje y un mito: Hamlet.
Dibujo 12.- La DUDA, patrimonio exclusivo del hombre. (dibujo de W. Shakepeare)
Con la duda se sintió inseguro, y esta inseguridad le invadió masivamente su alma y su cuerpo. Alguien descubrió que ese conjunto de sensaciones y pensamientos era El MIEDO.
Su descubridor no tuvo tiempo de dejar su nombre para la historia porque aquél descubrimiento se propagó a tal velocidad que al instante de su nacimiento ya fue patrimonio de la Humanidad. Inventos posteriores como los virus, la velocidad de la luz, el teléfono, internet o el Whatsapp se quedaron cortos comparados con la rapidez con la que se difundió esta nueva adquisición humana.
Fue tal su impacto que el hombre se puso de inmediato a buscar antídotos contra él. Nacieron así los Dioses que se hicieron a su imagen y semejanza – no al revés – con mayor o menor fortuna y que pretendían ser una especie de hombres muy fuertes a cuyo amparo, bajo su invocación o tras una fantaseada identificación con ellos el hombre soñaba adquirir un sentimiento de seguridad. Se crearon dioses para todos los gustos y tamaños: había unos más parecidos a los hombres que otros – (hay que reconocer que en ese tiempo había más fantasía que técnica escultórica, de ahí que muchas veces salieran extrañas formas zoomórficas – , unos más cercanos y otros más distantes, unos más benévolos y otros más vengativos, y hasta llegaron a ser más abstractos que espirituales el poder, el dinero, etc., en fin de todo tipo y condición. Tenían en general dos cosas en común que intentaban asegurar de forma relativa: Proporcionar una sensación de anestesia cierta al miedo para la vida presente, y una promesa de vida feliz post-mortem o para su descendencia.
Para llegar a ellos solo se necesitaba tener FE, eso sí, mucha FE. Nunca una palabra tan corta tuvo una dimensión tan grande.
Pero era tal la demanda de dioses adaptados a las necesidades individuales o colectivas que fue necesario organizar la oferta para evitar el caos. Aparecieron los primeros Intermediarios que fueron los Sacerdotes; una “clase trabajadora” que tenía la franquicia de la aparición y realización de los poderes otorgados a esos dioses. El desarrollo de esta clase privilegiada se llamó Religión.
Los dioses se han declarado no responsables de las obras que en nombre de ellos se acometen.
Pero nadie les respeta. Incluso una última diosa, la Economía, que parecía bastante universal y que funcionaba sin prejuicios de sexos, razas ni zonas, ya que predicaba ambiciones tan ”naturales” como el estado de bienestar, también ha caído en maledicencias y desuso.
Dibujo 13.- La decepción (Homenaje a Mariano de Larra)
Dibujo 14.- Ni el mito alemán perdura como sagrado
XI
Ante la difícil aprehensión de las capacidades que se adjudicaba a los dioses y la volatilidad o el humor cambiante de ellos, el hombre se sintió inseguro y buscó reafirmarse en algo más consistente, seguro y que además le proporcionara una posición de privilegio en la existencia.
Y trató de apoyarse en algo que creyó firme: La TIERRA.
¡Pues no!. Tenían que venir los aguafiestas de los físicos a destruir el encanto.
No señor –dijeron dos listillos de turno como eran , Galileo y Copérnico – , la tierra ni es plana ni se está quieta y ni siquiera somos el Centro del Universo. Y así de un plumazo se pasó del geocentrismo al heliocentrismo (luego se han dado otros pasos más que preferimos ignorar porque aún no nos hemos recuperado de la primera bofetada al narcisismo al hombre por intentar satisfacer su curiosidad y su sapiencia).
¿ Y quién nos quita el mareo – preguntamos humildemente o incluso con amenazas de quitarles la manía de pensar?
Pero ni por esas. Siguieron a su bola y se guardaron la respuesta.
No había Biodramina, así que tuvimos que inventar las calles para que no fuéramos ni boca abajo ni dando tumbos. ¡Claro, de tanto quemar Alquitrán para el asfaltado desarrollamos la polución!
¡Ay si hubiéramos usado las hogueras para alguno de ellos como en principio se diseñó! ¡Cuánto habríamos avanzado en el progreso de proteger al Planeta! ¡Y cuánto habríamos ganado como raza al no dar lugar al nacimiento de “los verdes”, tan aparentemente ingenuos y tan realmente dañinos!
Dibujo 15.- ¡Condenados a girar sobre nosotros mismos!
El hombre, animal obcecado por naturaleza, no se dejó vencer por el desánimo, y al ver que si las cosas sólidas no le daban suficiente garantía buscó su Seguridad en LA CIENCIA, y allá se fue a la búsqueda de Leyes firmes, constante e inamovibles.
Así por ejemplo la Física que parecía tener una Ley Universal: la Ley de la Gravedad.
Isaac Newton, un inglés poco fiable de cabeza, bordeando lo bipolar, pero que como buen hijo de la Gran Bretaña ha perpetuado como nadie las diferencias entre Arriba y Abajo, se subió a un árbol, tomó una manzana, la limpió bien para que no hubiera gusanos o serpientes dentro que dirigieran su intencionalidad hacia metas perversas, la soltó a su libre albedrío y la manzana se fue “por su propio peso” al suelo. A este experimento se añadía la observación repetida de que el hombre terminaba siempre en el suelo ya sea temporal o definitivamente.
¿Verdad inmutable?
No lo crean Uds.
Algunos años más tarde, – siglos más o menos – Albert Einstein, un físico-matemático suizo-alemán-estadounidense, tipo listo y que además cae bien porque dice las cosas más inexplicables riéndose, dejándose llevar en sus experimentos por la versatilidad de su radicación y empadronamiento definitivo, deja caer otra nueva Ley que contradice la anterior: la Ley de la Relatividad en la que todo parece depender de cosas tan variables como la velocidad, el peso o esas otras fruslerías que manejan ellos.
Eligió el mismo experimento que el inglés. También se acercó a un manzano, tal vez más liviano que el de Newton, empezó a zarandearlo de un lado para otro y las manzanas salieron disparadas hacia los lados. No se iban directamente para abajo, no se cumplía la Ley: El experimento parecía irrefutable.
La Ley de la gravedad había perdido verticalidad que es la dimensión que más le gusta al ser humano. (por el aquello de su dimensión mística)
Dibujo 16.- … parecía tan seguro estar fijos al suelo ….
Dibujo 17.- ¡pues no!, todo es relativo
Pero la ambición del hombre es inagotable. Puestos a buscar la Verdad intentaron llegar a conocer la esencia de la existencia material de las cosas. ¡Ahí es nada! Y empezaron a juntarse dos elementos ya de por sí extremadamente peligrosos: los filósofos y los físicos para dar con ella. Nunca una diosa se llevó por delante tantos sacrificios estériles.
Primero fue Demócrito, que por griego y por antiguo sabía mucho de todo. Prescindió de su vista para no deslumbrarse de lo exterior y dejarse llegar por la intimidad de la materia. Solo consiguió seguir buscando la verdad a gatas, y en esa posición llegó hasta el átomo. Como compensación al esfuerzo, la Naturaleza le regaló dos bienes: la longevidad y el sentido del humor ¡lástima que no los heredaron sus discípulos!.
Por los caminos del empirismo intentó profundizar el prusiano Enmanuelle-Inmanuel Kant (¡qué paradojas tiene la vida!, con un nombre que nos despierta fantasías tan sugerentes y livianas, luego tiene un apellido que asociamos con tanta pesadez mental) al enunciar que las cosas en sí mismas no pueden ser conocidas porque solo podemos acercarnos a ellas a través del impacto estético que llegue a nuestra percepción. Desde ahí, y por mucho que le demos al ”caletre” podemos avanzar muy poco en conocer el “intríngulis” de la cosa. ¡Qué cosas Señor! ¡Con lo racional que pensábamos que era el Sr. Kant, va y certifica el subjetivismo! Tanto estudiar, tanta universalidad del ser humano y luego ¡hala! abandonado a sus sensaciones personales e individualizadas…… ‘¡ no hay derecho a hacerle esto a los sueños del hombre!
Los físicos, siempre empeñados en dar materialidad a las ideas, reforzaron la incertidumbre para que les dieran cada año un premio Nobel a lo inverosímil.
El alemán Max Ernest Ludwing Plank, padre de la física cuántica demostraba que la materia pueden “emitir” su existencia de dos maneras distintas: como puntos o como ondas, y que según estemos más receptivos a una de esos dos tipos de frecuencia, las formas en las que percibimos la esencia-existencia (que venga Zubiri a ayudarme que yo aquí me pierdo) de los objetos es variable.
No contentos con esto, otro alemán, Karl Heisenberg, llega a la conclusión de que es imposible en un momento determinado medir y ubicar la existencia de un punto en el espacio ¡Vaya por Dios! El Principio de Realidad es asaltado y “okupado” por este nuevo Principio de Incertidumbre. Todo cada vez se hace más oscuro y difuso
Sin tantas cavilaciones y solo midiendo la naturalidad del ripio ya no había dicho antes nuestro poeta romántico-realista Ramón de Campoamor :
…”en este mundo traidor,
nada es verdad ni mentira,
todo es según el color
del cristal con que se mira” ….
Y es que los poetas y los filósofos, siempre han precedido a la ciencia…. pero no se les escucha….
Dibujo 18.- ¿a por la cuadratura del círculo? ¡Buscar la Existencia de la esencia!
- XIV –
¡Ah el sexo!
Mira que ya había sido vapuleado por los bárbaros, aromatizado hasta la sofisticación por el Oriente, sublimado hasta la idealización por los griegos, usado hasta la vulgaridad por los romanos, convertido en cilicio de mujeres y en martilleante escrúpulo de conciencia de varones por los cristianos, mezclado peligrosamente con la muerte por los románticos, resucitado en sus orígenes infantiles por los psicoanalistas, convertido en señuelo de ingenuos por los hippies, despreciado por ñoño por los drogatas, y en general utilizado como conducta de obligado cumplimiento por las parejas, no pudo sustraerse a ser adornado por esa dimensión mítica que el hombre se afanaba en lograr para sentirse satisfecho y seguro.
Surgieron así diversos adjetivos y con ellos distintas modos de entendimiento y ejecución para el momento actual.
Primero fue el “sexo crudo” que era algo como masificado, anatomo-fisiológico, aséptico y funcional. Se cambiaron los verbos que huyeron de metáforas y cursilerías. ¡Fuera los sentimientos que entorpecen las relaciones y hacen vínculos de asimetría opresor-oprimido perpetuando la diferencia de clases! ¡Todos iguales de cintura para abajo! ¡Nada de por el amor hacia el sexo, al sexo por el sexo! ¡arriba la revolución igualitaria sub-umbilical!
Como reacción frente a esa globalización despersonalizadora, nacieron los distintos regionalismos reivindicando sus identidades y formas diferenciales. Aparecieron como modos sexuales: el francés, el griego, el tailandés, el cubano, etc.. , mis conocimientos geográficos no alcanzan a describir todas las variedades autónomas de presentación.
Se vivió con entusiasmo un nuevo emblema de primacía del hombre sobre el resto de los animales: no solo soy más listo y más hábil, sino que además sé hacer virtuosismo con una parte de mi cuerpo. Encuentros naturales se transformaron en escenarios de representaciones imaginarias. Cada hombre o cada pareja pudo vivir su sueño de actor de cine en películas montadas sobre cualquier pieza del hogar. Eso sí, requería de cierto entrenamiento y de un itinerario procesional: del gimnasio al espejo y del espejo a la cama. La sexualidad iba deificando el músculo y la acción.
Además, para su valoración como idoneidad se le despojó de su correlato de satisfacción placentera habitual para sustituirlo por formas nuevas de sensación alejadas de la biología natural. Nació así el “sexo guarro”, en el que cada individuo se paraba en la excitación que derivaba de la puesta en escena del asunto y se olvidaba del goce con el otro/otra. Sexo además, que como en la adolescencia había que contar y hacer partícipes a otros para que tuviera eco e impacto.
Las “casas del amor”, no fueron capaces de contener todas estas derivaciones y a punto estuvieron de finiquitar el oficio más viejo del mundo. Ahí, la emigración vino a salvar la tradición, favoreciendo además el fenómeno de la culturización universal.
Arrastrado en ese tsunami de lo novedoso para encontrar una identidad individual que no fuera ajena a este entorno sexo-revolucionario, el hombre se perdió a sí mismo. Y aquel rincón íntimo de la sexualidad que le permitía al hombre sentirse satisfecho de una capacidad creativa placentera compartida, ofrecida y recibida por el prójimo/a, desapareció. Cada relación pasó a ser un examen ante un espejo…, y,,,, no se atrevió a romper el espejo.
Nueva decepción, nueva incertidumbre.
Dibujo 19.- Y la Venus de Milo, nos dejó con otra.
¿se subía o se bajaba la túnica?