- 787XV – (introducción)
EL PODER, es esa perversa actividad “humana” que tiene como objetivo la capacidad de influir (dominar o mandar) sobre los demás (o sea, sadismo puro y duro).
Para gozar de mayor impunidad, el Poder se justifica dulcificando su intencionalidad en la búsqueda de un mejor y más justo reparto del uso de los recursos por parte del hombre para el bien de su colectivo, facilitando el bienestar y el desarrollo más completo de sus componentes (¡bonito el camuflaje eh!).
Para hacerse más sutil y sibilinamente irreconocible se ha feminizado haciéndose llamar Política. Así parece hasta benévolo. Y por si fuera poco, la logrado un sitio honorable en la cultura del hombre apropiándose de todo un espaldarazo teórico nacido en esa cabeza de medusa “logocódica” (hablaba hasta por los codos) que fue Aristóteles.
Semioculta entre tantos disfraces, no ha de extrañarnos al tratar de ella, que nos veamos obligados a describirla en una narrativa secuencial de hechos reales y de conjeturas hipotéticas que, configurada en su totalidad, parezca una historia, la Historia Política. (así es como le gusta definirlo a quienes viven de ella o 78la practican); a la que hemos ubicado en un tiempo que va entre el macho alfa y pabloiglesias.
Sin embargo consignaremos que en el desarrollo de esta actividad tan contradictoriamente anti y pro-humana, la Verdad no tendrá más dimensión que nuestra capacidad subjetiva de situarnos en el balanceo circular que hay entre hechos de la realidad externa y el libre albedrío de nuestro imaginario. Solo así circularemos en la fantasía de una soñada libertad, consignando que esta es una de las pocas actividades del hombre – tal vez la única – que con el progreso, no ha buscado una perfección en calidad sino una ampliación en cantidad.
Dibujo 20.- El Progreso no siempre es progresión
A).- La fuerza del bruto o el bruto a la fuerza.
Cuando empezó era todo más simple y menos mentiroso. Mandaba el más fuerte imitando, como siempre, lo que se veía a su alrededor como orden natural. El más “bruto” se imponía por la fuerza sobre otros miembros de su género en un determinado territorio, usaba los recursos – congéneres hembras incluidas – que éste le proporcionaba y a los que sentía como “derechos” para abastecerse, sobrevivir y prolongar su identidad.
A este destacado elemento de la especie se le llamó Macho Alfa, y su mando duraba lo que el eco de su victoria frente al anterior y hasta su muerte o derrota frente al sucesor.
Hollywood, que tan fidedignamente nos cuenta la historia que creíamos saber de otra manera, escenificó este poderío con la película de King Kong, en la que el gorila viene a representar el prototipo de Macho alfa. De vez en cando pasaba por el poblado, tenía a bien llevarse para él lo que el colectivo había producido y se cobraba su impuesto en “rubias” (No puedo evitar preguntarme si este apelativo de rubias que dimos a nuestras pesetas, tendría que ver con la reminiscencia o la re-actualización de este mito en España, país siempre a caballo entre el pasado y el presente)
Aunque este sistema de poder político (¿?) suene a antiguo, persiste en la actualidad por ese afán que tiene la Historia en recordar, a base de repetir, sus formas primigenias sin demasiadas transformaciones. Ahora, en pleno siglo XXI tenemos algún ejemplo de subida al poder de un “gorila-macho” que domina su tiempo biológico, y cuando el sucesor se siente “maduro” para tomar el puesto lo releva. (¿lo asocian verdad?)
Dibujo 21.- La Fuerza Bruta
B).- El Crecimiento y Desarrollo del Poder
Tampoco en la forma de crecer en masas o en territorios ha variado mucho desde su iniciación.
Si la naturaleza nos dio una “mano hábil” que nos permitió sentirnos superiores a los monos, nos dio también una mano fuerte que nos indiferenciaba de ellos. Y ha sido ese instrumento, una mano cerrada sobre sí mismo, llamada Puño, ejercitándose en sus diversas posibilidades de acción, el instrumento técnico que “nosotros” hemos utilizado para nuestro crecimiento. Veamos sus variables estratégicas que podemos dividir en tres grupos:
A.- Usos de reconocimiento universal.
1.- Tenemos el puño cerrado ejercitando en su descarga directa ya sea sobre el obstáculo que se opone a nuestro avance o de forma simbólica golpeando sobre una mesa. Es el PUÑETAZO, clásico y perenne.
2.- La otra utilización eficaz es la mostración DEL PUÑO CERRADO CON BRAZO EN ALTO. Es indiferente que lo hagamos de uno u otro lado pretendiendo diferenciar ideologías. (¡pobres ideas, huéspedes transeúntes condenadas a ser dedos estrujados entre puños violentos y brazos crispados!). Lo que hace poderoso el gesto es advertir que detrás de él hay una masa vociferante y amenazadora con ánimo de destruir a patadas (uso de nuestro puño inferior) todo lo creado hasta entonces.
B.- Usos Nobles
3.- Algo más delicado, con el dedo índice emergente de un puño cerrado, señalador, conminador, y a veces recogido y bordeado entre guantes o encajes: Es la PUÑETA, arma de destrucción irreversible escondida bajo togas y que mata sin pena ni gloria allá donde pone su punto de mira
C.- Usos populares, de utilización individual y de carácter más defensivo que atacante
4.- El puño cerrado pero mostrado habitualmente por su dorso y con el dedo medio enhiesto dirigido hacia arriba. Es nuestra típica y folclórica PEINETA, expresión gestual del Contrapoder, que suele complementarse haciendo palanca en el otro brazo para ejecutar brillantemente el Corte de Mangas.
5.- EL castizo PUÑICORNIO, de uso mágico, a ejecutar con el puño cerrado dirigido hacia adelante o hacia arriba manteniendo estirados los dedos índice y meñique ( a veces por simpatía el pulgar), asociado a movimientos tónico-espasmódicos para reforzar su intencionalidad incisiva. Tiene un poder mágico de conjuro con el que se pretende tanto alejar los malos espíritus que nos pueden llegar, como desear colocárselos al prójimo.
Un aparte o paréntesis de la historia de este mecanismo del uso corporal para el poder ocurre en nuestra Edad Media, con la entrada de la Iglesia. Su influencia pone una cierta mesura a la violencia directa, y el avance y ampliación territorial se hace por medio de matrimonios concertados que convirtieron a Europa en una especie de patio comunal en el que los vecinos juntaban en las camas lo que discutían en los balcones.
Solo muchos años después el Marqués de Sade y Freud entendieron esta variable del “puño genitalizado”.
Dibujo 22.- Usos indebidos de la mano
Y así pasó durante mucho tiempo, al menos por estos predios. Como hay que ubicarse adecuadamente, recordemos que estamos en las cercanías de lo que luego fue Europa y en tiempos en los que de lo lejano sabíamos poco y a lo extraño le adjudicábamos el calificativo de siniestro.
¿Había otros mundos? Tal vez, pero resultaba casi extravagante interesarse por saber cómo funcionaban.
Oriente estaba sobrevolando en la Magia, China nos sonaba a misterio, y bastantes otros misterios teníamos que tragarnos como para exigirnos gratuitamente alguno más. África resultaba demasiado oscura, y sólo sonaban –como siempre – los judíos, culos de mal asiento y de organización oscurantista. Sobre su historia, la Historia Sagrada, apenas se podía pensar so pena de bordear la irreverencia. Se aceptaba y se acataba porque era el poder de Dios y sus elegidos, porque se contaban las historias como un comic de hazañas bélicas, y porque en un mundo conducido por hombres, ya se atisbaba que al final mandaría el sexo femenino; (sus heroínas: Salome, Judith, etc.., no recibían castigo sino admiración).
Y América ¡Ay América! ¡qué bendición! ¡Todavía no se había inventado!, (gracias a eso los americanos no nos habían re-inventado a nosotros).
Así que mayormente el poder siguió en la forma primitiva, con el puño como instrumento de desarrollo. Cuando más puñetazos más poder, así que se requirieron más puños y surgió el “Nosotros”, los puñeteros colectivos que han ido cambiando solo de nombre: hordas, tribus, pueblos, grupos, partidos, castas, etc.,.
El territorio del ejercicio de este poder, en sus orígenes, estaba circunscrito a la zona natural que les mantenía alimentados. Constituyeron sin saberlo el germen de esa sociedad ecológica a la que los progresistas de ahora quieren retornar: la naturaleza tomada como un Supermercado. Por eso empiezan a cuidar y proteger a todas las especies animales y vegetales del entorno además de declarar al hombre especie a extinguir, simplemente porque tenemos que ser menos para que tocara a más.
Devastado el territorio, se reunía el colectivo y se preparaban y adiestraban para apropiarse de otra zona ajena. Para esa función llegaban enseguida a un acuerdo (no hay síndrome de abstinencia más cruel y peligroso que el del sujeto humano acostumbrado a comer todos los días). Se juntaban y salían escopetados hacia la búsqueda de nuevos supermercados territoriales.
(Esta voracidad frente a la existencia exuberante de objetos al consumo sigue vigente: se repite cada año el día en el que comienzan las rebajas … ¡hay hábitos que no cambian …!,)
Digan lo que digan los libros, ése fué el motivo del crecimiento de los pueblos: el expolio envidioso de los bienes ajenos. ¿A que les suena también a actualidad?
Y así hasta que llegaron …
C).- Los GRIEGOS que fueron los primeros en poner cierto orden en las cosas y que aportaron algo terrible: el Pensamiento. No ha habido otra invención que más dolores de cabeza haya dado a la humanidad que éste.
Hablar de todos ellos no es posible, fueron muchos y muy sabios, y además porque como no se sabe si sus producciones eran medio divinas o medio humanas, podemos caer en sacrilegios.
Así que elijamos uno entre todos ellos: Pericles, educado en principios ligeramente ateos, fue el primero que creyó y tuvo fe en el hombre por sí mismo y que se hartó de tanto de rito, ofrenda, sacrificios y otras zarandajas que exigía para su mantenimiento aquel lupanar lúdico en el que se había convertido el otrora sublime Olimpo.
¡Ah Pericles!. Su nombre contiene por sí sólo un país, un imperio, una cultura, y la aspiración a una forma de vida pública de cuya renta todavía nos beneficiamos. Pudo ser héroe, y hasta semidiós, pero el demonio lo tentó, y cayó en pensar y medir las cosas por el tamaño real del hombre. Ahí se quedó en Símbolo y por eso aún perdura. Con él, al “nosotros” nos nació el sentido común hasta entonces faltante (término lacaniano) o faltoso (más exacto).
Pericles se inspiró en los edificios que había a su alrededor, se vistió de silogismos (prenda también de moda en aquel tiempo) y se dijo, a sí mismo y para los demás: – si un hombre es capaz de sostener y ser protegido por algo superior a él, – posiblemente pensaba en su casco de guerra – varios hombres iguales serán capaces crear, sostener y cuidar un todo mejor y más equilibrado.
¡Pues ya ven!: Había inventado la Democracia, que como el Partenón tiene una forma inigualablemente hermosa pero una duración escasa y una consistencia quebradiza.
Pericles fue capaz de unir varios “nosotros”, y por un tiempo el pensamiento, el lenguaje y el raciocinio fueron sistemas de influencia sobre los demás con más fuerza que los puñetazos.
¡Hasta el puño dejó de usarse animalmente y si se cerró fue para prologarse en un instrumento y crear arte!. ¡Qué tiempos, el hombre viviendo para el hombre con un quehacer interminable: La cultura.! Fue el período de la sublimación, del pensamiento que ablandaba y hacia sutil el puño bruto. Después, y ahora, cuando la organización democrática se cambia por lo contrario, el puño vuelve a tomar la primacía y se vuelve a usar para ablandar cabezas.
No es que no tuvieran fuerzas, que también las usaron para defenderse de invasiones. Bien es verdad que también les salió una “oveja negra”, un poco tirando a cabra montesa: Alejandro, que a decir verdad, nunca ha tenido la vitola y pedigrí de puro griego ateniense.
Y aquello que parecía perfecto también se fue al carajo. No está muy claro por qué Grecia y su influencia se fueron perdiendo hasta desaparecer. Seguramente la historia, que no deja de ser ese pasado que manipulamos para hacerlo esperanza de futuro, nos ha ocultado su fin para que persista la utopía de asignatura pendiente obligada a repetir una y otra vez.
Dibujo 23.- Con los griegos llegó cierto orden
D).- LOS ROMANOS, serios sucesores del legado griego..
Pueblo particularmente sensato, que empezó por no creer demasiado en los dioses, y para que el personal no les echara de menos, importó una versión subtitulada de los que adoraban los griegos. Así estuvieron entretenidos mucho tiempo. Luego, en asuntos divinos ya les tocó otra cosa más seria, pero eso merece capítulo aparte.
En su haber, señalemos que los romanos, poco amigos de la modestia, eran amantes del orden, creían en las obras públicas, en el latín, las leyes, el consenso con las comunidades autóctonas, el ejército, en los buenos efectos del vino y en las tertulias.
Con todo eso crearon un Imperio al que era un orgullo pertenecer, porque ser ciudadano romano otorgaba beneficios, protección y cierta patente de corso frente a los no ciudadanos. (en esos mismos términos Los Estados Unidos de América repetirán XX siglos más tarde este modelo, y “nosotros” seguiremos como burros tras zanahorias el señuelo de una identidad lejana con grandes poderes posibles, mientras nos adaptamos a un sometimiento gregario de poderes simples).
Como creían en las tertulias hablaban en la calle y en el mercado (el foro – versión del ágora griego- ), aunque luego decidían a puerta cerrada y en minorías (el senado).
Su necesidad imperiosa de orden les llevó aparejada la clasificación de todos los sistemas del mundo (tenían a Linneo metido en el alma), lo que les condujo a crear las primeras diferencias de clases sociales: esclavos, libertos, plebeyos y patricios, y sobre éstos los que mandaban, que eran los senadores) De este invento de la diferencia de clases se iba a arrepentir y/o a gozar la humanidad durante mucho tiempo después.
Aunque eran muchos y formalmente creían en la República, solo unos pocos dominaban el cotarro. Eso sí, intentaban hacerlo con el convencimiento de la oratoria que no parecía demasiado maligna. Elegían una cabeza representativa de un grupo más o menos numeroso; aunque como Roma había nacido de un parto gemelar nunca les importó tener un Jefe o Dos o Tres, la madre loba abastecía a todos. Por eso siempre tenían preparado un plan B por si al jefe se le subía el poder a la cabeza de forma extravagante (que hubo muchos) o por si su cuerpo se derribaba con facilidad a las permanentes zancadillas que ponían amigos o familiares siniestros. Esta alternativa estaba siempre en manos de un representante del Ejército; un ejército súper cualificado en calidad, desbordante en cantidad y actualizado en técnica (metalizaron el puño hasta hacerlo cruelmente punzante) que estaba preparado tanto para combatir enemigos en territorios ajenos, como para derribar ciudadanos propios que se habían vuelto inhóspitos.
Cuando un emperador caía o se desmandaba, un representante del ejército le sustituía intentando que las aguas volvieran a su cauce. Pero era difícil lograr esa estabilidad de las aguas en un pueblo que habitualmente bebía vino, así que el ciclo de poder: ciudadanoàemperador à tirano à ejércitoàotra vez ciudadano, se repetía sin cesar y hasta con César –si se me permite el juego de palabras – . Este fenómeno se ha hecho tan universal que ahora se llama Argentinización del Poder.
El imperio Romano vivió, y vivió bien, durante mucho tiempo. Nos legaron el primer y gran sueño de una Europa unida, y también un atisbo de lo que luego podría ser el estado de bienestar. Pero se descuidaron. Hablaban cada vez mejor pero actuaban cada vez menos. Olvidaron aquello de Si vis pacem para bellum. (Si quieres la paz, prepárate para la guerra), se italianizaron, se durmieron en los laureles, les entró el “dolce farniente” y ……..
Dibujo 24.- Los Romanos. Cría cuervos y ….(“El último tango de Julio César”)
E).- Llegaron LOS BÁRBAROS, que igual que lo que les ocurrió con los griegos, tampoco sabían hablar ni leer latín pero no eran ignorantes. Llegados desde el Norte y desde el Este se encontraron sin querer con la erótica del poder y lo gozaron “a lo bestia”. Como no traían muchas creencias por las que sacrificarse no le pusieron demasiados límites al placer. Tradujeron a su aire el “omnia montes oreganum est” y como tampoco entendían las señales del código de circulación para caminar por las autopistas se vieron obligados a crear nuevos caminos forestales allá por donde pasaban.
En esta actividad de construir caminos amplios y libres de paisaje – y de peaje – destacó por su extraño virtuosismo el caudillo Atila, tan querido de los hunos como temido por los “hotros”. En realidad no era más que un trotamundos sin guía Michelín para detenerse y disfrutar de los nuevos lugares encontrados.
Gracias a Dios, no eran todos como él. En general, los “bárbaros” venían por grupos de “nosotros”, emigrando masivamente. Como la burocracia romana no exigía papeles se fueron asentando allá donde encontraron techo protector, en territorios delimitados geográficamente, por simpatía o siguiendo el MOPU romano, haciéndose dueños de espacios y de hombres
Eran gente iletrada pero lista, a los que no les gustaba trabajar y sí gozar de la vida. Solo se peleaban entre sí defendiendo el territorio en el que se habían asentado que ya sentían como propio. (¿A que les suena al movimiento actual de “okupas”?). Además no se les podía juzgar porque se defendían según sus propias leyes personales adecuadas a cada momento y a cada situación (¿no hay ninguna diferencia con el “ahora” verdad?).
No manejaban bien el lenguaje oral ni el escrito, así que intentaron mezclar sus hablas con las autóctonas localistas y la lengua del imperio; resultado: los distintos idiomas europeos (es la causa que nos han obligado, ya de mayores, a estudiar inglés). La mezcla de estos inventos localistas de hablas propias y territorios diferenciados, les sirvió tanto para evitar las leyes ajenas aduciendo la no comprensión de las mismas, como para seguir con el status de apariencia libres pero mantenidos. (o sea, lo que llamamos habitualmente “chulos”). Fue el germen de lo que después se constituyó en naciones y países. Total que ¿volver a reivindicarse como grupos diferenciados y llamarse “pueblos” es volver a revivir nuestro pasado de bárbaros?. Pues yo creo que sí, la historia social lo llamará: “el progreso del cangrejo”.
Con el Poder intentaron la integración típica del emigrante, mitad adaptación pasiva, mitad conservación de lo genuino y un intento de lograr una mezcla nueva y chapucera.
En cuanto al uso del Poder, una parte mantuvo el antiguo sistema de la fuerza bruta, ahora más colectiva, que por contagio con el mundo “decadente occidental” se hizo más selectiva y refinada. Otra parte, ya más pacífica y asentada, hizo un desplazamiento del centro del poder del puño a la zona donde la espalda pierde su honesto nombre. Hombres de culo prieto y firme echaron raíces donde se detuvieron. A estos primeros okupas se debe el poder de la sentada culera y del inmovilismo cabezón.
Este negativismo pasivo tiene sus mitos heroicos de hombres, espacios o fechas (Gandhi, Mandela, La Concorde, el 2 de mayo, el 17 de octubre, el 15 de … -mejor no lo digamos -, etc..) que empezaron como pequeñas “chinas en los zapatos” de poderes piramidales y terminaron calzándose el poder total.
Su metodología tiene también algo de primitivismo culinario como los bizcochos; consiste en hacer-se masa y esperar a subir. (La revolución cultural de los “ni-nis” lo sabe bien. No seamos optimistas con su aparente pacifismo pasivo, cuando “lleguen arriba” recomenzará otra vez el círculo bruto de la historia.
Dibujo 25.- Los Bárbaros y su Trasmutación
F).- La época de LOS REYES
Inician esa Edad Media, que muchos llaman “oscura” pero llena de lumbreras e iluminarias dirigidas hacia un mayor manejo del Poder que alcanzó en ella enormes cotas de plenitud, maneras y sofisticación, fue EL PODER REAL.
Los bárbaros, una vez asentados se dieron a conocer. Se llamaron “godos”, y no tardaron en establecer una jerarquía: El Rey, la nobleza y el pueblo obediente; y se dispusieron a pelear hasta consolidar el establishment. El pueblo peleaba porque le mandaban o para calmar el hambre, los nobles se hacían a sí mismos a base de conductas innobles con siervos y convecinos, y los Reyes, además de mostrarse obligadamente más sanguinarios que los demás – era su patente – tenían que vigilar al enemigo de turno que rondaba de cerca su cabeza para quitarle la corona, casi siempre con el cuello incluido.
Todos se vigilaban a todos, y como todavía no había pastillas para la Paranoia, todo se veía y se resolvía en la realidad externa: “enemigo presunto, seguro difunto”, se convirtió en el lema de la conservación del poder. Remedio eficaz aunque efímero porque el método se volvía con demasiada rapidez sobre el autor.
Entonces no era nada fácil ser Rey, la prueba fue la existencia de una lista innumerable de ellos: “la lista de los Reyes godos”, perversamente utilizada como prueba –test para valorar el grado de sabiduría en la escuela española y que solo ejercitaba una memoria repetitiva e inútil solo comparable a las letanías post-rosarios.
Así que el Poder tuvo que resolver un nuevo Desafío, la Perdurabilidad. Esto dio lugar a varias escuelas que tenían en común dirigir su objetivo no sobre lo físico-real-material del hombre sino sobre los aspectos de su vida emocional interna: sus creencias, deseos y sentimientos.
Dibujo 26.- Reinar no siempre es reir, aunque tengan la misma raíz.
F 1.- El manejo de la interpretación y comunicación de los hechos, lo que luego se llamará EL PODER MEDIÁTICO.
Se aprovechan circunstancias del funcionamiento mental del hombre en su más noble actividad: el Pensamiento.
Es sabido de todos la mala tolerancia que tenemos los humanos al No Saber de las cosas que ocurren; como también es conocido la dolorosa función y la perenne dificultad para hacer pensamientos propios. Como compensación a este déficit aceptamos con gusto y facilidad los pensamientos ajenos, que en forma de clichés o de consignas, repetimos y propagamos en la esperanza de que su acumulación constituya una “verdad mayoritaria”. Eso pasó siempre, pasa ahora, y estará permanentemente pasando mientras el hombre “conserve y amplíe” su parte gregaria.
La eliminación de la Incertidumbre nos da tranquilidad, compartir el mismo pensamiento nos da pertenencia (remedios caseros a la soledad y a la identidad) y a ese estado de ánimo identificamos con sentimiento de posesión de la Verdad. El método consiste en la rapidez de disparar primero una teoría explicativa ante un hecho o su expectativa. (como en el lejano Oeste) No se lucha por la verdad sino contra el tiempo. Este engañabobos se llama ahora hacer pedagogía (¡vale maestro!)
Para evitar suspicacias o “malos quereres”, no utilizaremos ejemplos actuales, y aunque solo sea por consideración a nuestra tierra tomemos el ejemplo del Rey Pedro de Castilla. Mantuvo su reinado mientras su puñal fue más rápido que el de sus parientes y allegados; y al mismo tiempo que podaba certeramente el árbol genealógico de ramas sucesorias, su consejo de Prensa recreaba hipótesis conspiranoicas y justificaba sus actos como trabajos encaminados a facilitar el estudio de la historia. Para su allegados (vivos) fue Pedro el Justiciero, para sus allegados (muertos) fue Pedro el Cruel . ¿quién acertó?
F 2.- Muchas cosas se le han reconocido a la Iglesia en su aportación a lo Universal y que no estén relacionadas específicamente con la difusión del mensaje de Cristo. Su blasón de eternidad aplicado a las cosas humanas ya suponía una idea de durabilidad bastante fiable.
Una de ellas ha sido el poder de la SANGRE.- Nunca ha habido semejante habilidad diplomática para el logro de una perdurable fijación del Poder como la unión de la Iglesia con el Estado. En un tiempo de lucha armada entre países deseosos de grandes imperios y unos poderes papales traductores de la idea de universalidad en espacios territoriales, la Iglesia logró introducirse en las camas de los nobles, y allí, entre sábanas, invocó de nuevo al milagro de las bodas de Canaán para cambiar sangres rojas en azules para ratificar la idea de las Dinastías, facilitando -a expensas de diferenciar entre naturales e legítimos – los castings de candidatos a ejercer de soberanos. Sólo por su intersección milagrera algunas pocas cabezas podrían ser coronadas.
Paralelamente unió el miedo a lo desconocido del futuro con Culpas llegadas del pasado por deseo de acceso al Placer o a la Sabiduría. ¡Otra vez la culebra y su manzana convirtieron al hombre en animal genuflexo esperando un castigo o el permiso a la satisfacción de sus naturales ansias! Era el PODER DE LA CULPA y su contrapartida: el perdón o el gozo. Quien se otorgaba la capacidad de manipularlos tenía otra vez la llave de la esclavitud del hombre.
Dibujo 28.- Para echar raíces perdurables, lo mejor es asentar el “Sacro.” – Carlos I o V y León X
F 3.- Las ASESORÍAS CULTURALES.
Y también ¡cómo no! aparecieron los primeros asesores en las cercanías de los círculos que ostentaban el poder para sugerirles nuevos medios de intimidación o de creencias mágicas. El caso era tener al pueblo (empezaba a llamarse así) ignorado de ambiciones y aceptando el papel de depósito de frustraciones.
Alguno, intentó vestir el poder de IMAGINACION y se convirtió en asesor de sueños. La realidad les trajo onirismos de angustia, pesadillas turbulentas, sonambulismos en tierras extrañas o insomnios defensivos. Este fue el caso de Francisco I de Francia, asesorado por la cabeza con más locuras de genialidad que ha dado la Historia Humana: Leonardo da Vinci, fabricante de vuelos que dejó una estela de soñadores de reinos de nubes; una estirpe aún no extinguida de hombres creedores de ideales con ambiciones de mando, pero al final productores de pesadillas de las que alguno de nosotros no se ha repuesto todavía.
De peor baba que Leonardo, representante paradigmático de la Florencia del Renacimiento fue Nicolás de Maquiavelo, hábil administrador y muñidor del PODER DEL ODIO, de vida tan contradictoria como su obra. Fue el primer gran analista político. Sabedor de que el mal existe, aprendió de los errores de los gobernantes a los que vivió muy cerca por su condición de diplomático, y los publicó. Intuyó el conflicto entre el Poder de los grandes y el Pueblo como organizador futuro de la Sociedad, pero ni sus dotes persuasivos ni su buena oratoria le sirvieron para evitar repetidos exilios, inestabilidad de su estatus y acercarse a la muerte rodeado del olvido de sus propias gentes. Vivió intentando acercarse a los Médicis para gozar de su bienestar y repetidamente sufrió de su castigo y abandono.
Dijo creer en la República pero en sus “adentros” se le nota partidario de individualidades poderosas con cierta “condescendencia” a comunicar y justificar sus actos a lo que él entendía como sucedáneo del foro romano.
Vivió oscilando entre acercarse al poder e influir en las decisiones arriesgadas de éste y la reclamación de su puesto de seguridad como funcionario.
Al final hubo de esperar a su muerte para que sus pensamientos fueran difundidos y convertidos en una “biblia” del que quiera ser perenne gobernante.
Descanse en Paz y que sus ideas no revuelvan más “cabecitas locas principescas”.
Dibujo 29.- Francisco I de Francia en la duda de manejar el odio o la imaginación
G).- LA REVOLUCIÓN FRANCESA
Y un día Francia se levantó “torera”
El “pueblo” al final se hartó, asaltó el poder, dio gusto al cuerpo, probó sangre, y desde entonces no lo olvidará nunca.
Era excesiva la carga “espiritual y gozosa” de la clase gobernante y excesiva también la diferencia con la masa que subyugaban como para no despertar la envidia de un “nosotros” cada vez más escamado.
¡“Egalité” para todos!, gritaron los franceses queriendo descubrir el universo, e hicieron desaparecer el eje vertical y con él las jerarquías. Del “ábrete sésamo” se suprimió el arriba y abajo y todo se redujo a izquierda y derecha (no se imaginaban hasta qué punto esa escisión iba a crear diferencias más enconadas todavía).
¡“Fraternité” con el prójimo!, exclamaban mientras corrían a abrazarse entre ellos, pero algo se transformó por el camino que despertó el rincón dormido de los demonios cainitas que todos llevamos dentro, y desde entonces ya no hubo otro hermano fiable que “Frère Jacques” del cantar infantil.
¡“Liberté” vocearon al cielo! ¡ fuera tabúes!. Y se abrió la veda contra el vivir y el pensar del otro en la orgía más sanguinaria que recuerda la historia. La Plaza pública dejó de ser un foro parlante para ser el escenario de un reposacabezas sin marcha atrás.
Nuestra vecina gabacha, tan presuntuosa, tan cartesiana en el discurso del concepto, tan admiradora de los productos espirituales y sus creadores, tan sofisticada en los comportamientos del hacer y del decir, se colocó el gorro frigio con escarapela sobre la cabeza y decidió que lo que había debajo de ella no merecía otro uso. Así, los propios pensadores de la Revolución tan pronto emitían una idea se despedían del cuerpo. Nunca hubo ideas tan poco contaminadas de deseos carnales.
¿Sirvió para algo este embadurnamiento en sangre y en odios de un país mientras cantaba a la muerte?
Desde luego fue el aviso de la existencia de un poder Popular siempre latente, en expectativa de eclosión y no menos peligroso ni de menos coste que ciertos avatares cosmológicos que episódicamente nos brinda la Naturaleza.
Otros piensan – bienaventurados los fantasiosos porque ellos serán los poseedores del reino del Limbo – que fue el rito iniciático y depurador de una sociedad septicémica que necesitaba hacer un cambio hacia un nuevo sistema de Poder de la Sangre: matar un Rey para hacer un Emperador que diera lustro a la “grandeur” francesa.
Si algo se puede “aprender de la experiencia”, de esta Revolución podríamos quedarnos con estos postulados:
– es más terrible la violencia horizontal que la vertical.
– que el Poder cuando está depositado en minorías suele ser más estable y duradero que si se asienta en mayorías.
– que “nosotros”, cuando nos unimos sin experiencia, sin una tarea definida y sin un determinado objetivo: o sea, en una Asamblea Política de Poder Popular, tenemos una extraña facilidad para convertirnos en un arma de destrucción masiva.
– Que cuando hombres y mujeres se juntan por motivos distintos a los amorosos (en cualquiera de sus formas) algo de lo establecido está en franco peligro. Ya lo sabíamos: si no haces el amor…. tienes el riesgo de hacer la guerra.
No sabemos si Francia lo aprendió; es tan rápida la velocidad de la Historia que el país vecino no tuvo tiempo de volver a pensar y se vió actuando fuera de sus fronteras; tal vez para exportar la violencia como producto nacional, (por el aquel del chauvinismo) o como Reparación del daño producido al mundo futuro en la ilusión de recrear con Napoleón el viejo sueño de Carlomagno de una Europa única y unida.
Dibujo 30.- La Revolución francesa perdió la cabeza y le dio gusto al cuerpo.
H.-) CONSECUENCIAS:
¡Ay Europa! Viejo mito de doncella raptada una y otra vez por toros en celo con destino a ninguna parte.
Te iniciaste como sueño de Emperadores de grandes espacios para terminar en pesadillas de pequeños reyezuelos. Hoy, ya vieja de carnes, más olvidada de anhelos que de cicatrices, tan vacía de encantos como exuberante en recuerdos, confusa de rabias retenidas, exangüe de despojos sufridos y desvalida de arrojos, has pasado de ser ese teatro de sueños para convertirte en corral de discordias.
Tu cuerpo, tan vejado abusivamente de ideas como de actos, ha dejado ser estrella que ilumina destinos para terminar siendo espejo azogado de iras personalistas foráneas.
Pero, … contemos tu historia
Julio César en su afán de personificar la historia como una narrativa de sus triunfos bélicos, fue el primero que te concibió como marco en el que podía desarrollar y mostrar sus dotes divinas de guerras y estrategias. Triunfo del poder de la fuerza, con deuda de sangre de hermanos, por encima de la derrota doliente de Pompeyo y del olvido impenitente de Africano. Para él no fuiste más que el escenario de un teatro con un gran telón de fondo: Roma, que lo llenaba todo y cuyo nombre tenía más resonancia que tu existencia.
Carlomagno te dio naturaleza real y deseos infinitos de desarrollo uniendo armas y creencia religiosa cristiana. La Iglesia le robó la cartera a la italiana nombrándole emperador en Roma y añadiendo el apelativo de “sacro” a su imperio carolingio. Nunca hubo adjetivo anatómico-religioso más adecuado ni más útil. No hay mejor asiento para una cabeza que ubicarla sobre el hueso colocado donde la espalda pierde su honesto nombre. La Iglesia tan lista en cosas del alma como del cuerpo, dio con la tecla de hacer perdurable la idea, y así, el concepto ambivalente y confuso de ”SACRO” acompañó el pensamiento de una Europa Imperial.
El extraño binomio familiar: Carlos V-Felipe II montó sobre la teoría el primer estado moderno en su concepción. Con la inversión “a fondo perdido” de la plata llegada de la Nueva América, una administración judía-centroeuropea, enarbolando la bandera de una religión que se sentía vencedora, y con un pueblo detrás empujado de hambres y aventuras, el adjetivo invencible se creyó posible. Nuevamente los demonios siniestros familiares descompusieron la sangre y el poder. Tal vez eran demasiadas cargas para hombre solos.
Pasó tiempo hasta que llegó, purificado de aguas, el hombre que tenía el destino de hacer olvidar al mundo la sangría fratricida de la Revolución francesa. Napoleón hermanó las clases en el sueño de un Imperio europeo sin barreras geográficas. Hombre realista facilitó y universalizó códigos, administraciones, uniformes y carreteras. Ser francés y europeo, como antes lo fue ser romano o ser hidalgo español, llevaba aparejado una patente de poderío natural que sembraba sometimientos a su paso. Fue el Poder del Orden, tan anhelado en una población más llena de emociones de sangres que de sentimientos de identidad. Un mechón sobre la frente como signo del pronto arremeter y una mano sobre el pecho en señal de satisfacción y orgullo contenidos, pasaron a ser el ideograma de la Europa Grande y Libre que parecía por fín venida al mundo.
Adolfo Hitler traía al poder una innegable educación cuartelera. Cuando Europa le llegó a la cabeza, solo pensó en despiojarla y gastó sus energías buscando y matando lo que creía parásitos; su tenacidad germana (término sofisticado de la tozudez) le llevaron a dejarla limpia de cabezas y de sus contenidos ideativos. Creyó en la quimera de una Europa alta y rubia seducida a sus pies porque los espejos le hicieron saber que nunca podía lograrla en el elenco femenino. Tuvimos la mala suerte de que su época coincidió con mentes vacías y culposas que venían de intentar ocultar la primera gran sangría entre pueblos con unos años locos de negación, carcajadas estentóreas y frivolidad. Terreno abonado para cualquier cosa menos para el sentido común. Fue el Poder de la Sinrazón y del ejercicio primario y destructivo del mismo. Europa fue tratada a patadas, y lo poco que quedó de ella lo arrasaron los encargados de su liberación y reparación, quedó convertida en un solar útil para servir de marco a historias bélicas del cine americano de esta nueva Roma conquistadora.
En todo este tiempo solo un imperio no maltrató a la vieja Europa; un imperio que no se sabe si fue real o solo creado en la cabeza de nuestro cinéfilo por excelencia Luis García Berlanga, el imperio austro-húngaro; al que guardó eterna devoción, memoria, presentificación y recuerdo en cada una de sus obras. ¿existió o fue solo la frase bizarra de un guión peliculero? ¿fué algo más que el romance entre Sissí y Francisco-José? La Europa provinciana de las ciudades en desencanto, la del culto a los cafés y a la ciencia de las tertulias, la de la supervivencia a los desmantelamientos, la de las creencias y glorificación de la decadencia, la del poder de la nostalgia y de la fantasía. La Europa del Arte y del Pensamiento cuyo poder – ¡lástima y perdonen la cita!- no es de este mundo. ¿es ese el residuo de este imperio alucinado? Pues es posible, pero al menos su existencia y desarrollo tiene el adjetivo de incruento (que ya es mucho para los tiempos que corren).
Ahora en esa tierra descuartizada, triste y seca, unos bienintencionados europeos intentan crear fronteras de no agresión, vínculos de paz y comunidad de leyes. Es como dar pespuntes de monja a un traje de harapiento clochard. Su nombre tan escueto: U.E., ya define la falta de grandeza del deseo, su emblema: estrellas sobre un cielo azul, ratifican la ubicuidad de esta idea de imperio: su reino … ya no es de este mundo, si acaso pertenece al mundo de los sueños.
Dibujo 31.- Europa, quimera de rapto de sabina imposible.
I).- Resultado: EUROPA, SUELO DE DISCORDIAS
La guerra, esa que parecía nuestra pero que terminó con victorias ajenas no paró ahí. Parecía que el mundo necesitaba ensañarse con un territorio que había quedado sin defensas. De esta manera Europa pasó a ser terreno de choque y de ensayo de nuevos y viejos poderes.
Lucharon entre sí el Poder de la economía que venía de donde se pone el sol, contra el Poder de la Ideología que venía de donde no sale la luna. Huérfanas de iluminación ambos poderes tenía como objetivo desnaturalizar al hombre.
La brillante tecnología americana y un Poder económico que para hacerlo parecer más aceptable lo llamaron Economía Liberal, trajo consigo la competición y el consumo, puertas abiertas a una voracidad ilimitada. El hombre se convirtió en objeto de satisfacción de sensaciones; a esa organización la llamaron “Estado de bienestar” y en su logro todos se lanzaron a perseguirlo. Unos producían “bienes”, otros consumían “productos” . La sociedad se fijó a este binomio: mamá-lactante perpetuo. Quien se aprovechaba sonreía, quien no lo conseguía rabiaba y pataleaba. Nadie se desarrollaba
Por el otro lado venían ideas del sacrificio de la individualidad en pos del valor tantas veces reclamado en nombre de una Justicia Social. Debería de ser el valor y el Poder de “un nosotros”, pero que en realidad era “un vosotros” porque solo los sabían unos pocos “ellos”. El hombre no importaba más que en la medida que podía hacer bulto y testigo de un funcionamiento anencefálico. Lo gregario se idealizó, y con ello tomaron fuerza las negaciones, las exclusiones, y los sacrificios cruentos de la individualidad al nuevo Dios: el Pueblo. Fue la burocratización de la Revolución Francesa, extraño logro que aún perdura.
En el medio y como estabilizador de ambas posiciones llegó un nuevo poder, el de la Desconfianza, la suspicacia, la clandestinidad y demás artilugios de lo siniestro: Era la Guerra Fría, pero esto ya lo habían inventado los venecianos y los florentinos muchos siglos antes, lo que ocurre es que por vergüenza no lo patentaron.
Dibujo 32.- Europa.- herida para siempre
J.-) Y a España, ¿qué papel le toca jugar en esto del Poder?
España, siempre fiel a sí misma fue más terreno de disputas que de poder. Aquí lo bueno era pelearnos unos contra otros. Lo debíamos de pasar bien porque lo repetimos mucho.
Con el tiempo, el desgaste por erosión de los Pirineos, y el desviar la vista del estrecho para no pensar en Gibraltar, nos internacionalizamos, o sea, nos globalizamos y también servimos de campo para que se pelearan en nosotros otros tipos de poder foráneo.
Acobardados por una cultura propia que nos hicieron ver como pueblerina, secuestrados por las culpas de nuestra historia, cedimos el espacio mágico de nuestras creencias al Islam, que reivindicaba una raíces más con bombas que con platillos. Aceptamos llamar inmigración a una invasión en toda regla y unas cuotas de asilo a lo que en otro tiempo se llamaría cobarde retirada. Ahora ya están ahí, y paradójicamente somos “nosotros” con nuestras neo-barbas, los que vivimos camuflados entre ellos para que se sientan menos extraños.
Y – cómo no- , puestos a bajarnos los pantalones, abrimos los brazos a otros hijos de la “madre patria” que nos traían los buenos dones del sometimiento y la esclavitud a unos nuevos tiranos que llaman libertadores.
No tuvimos la suficiente inteligencia para maniobrar con astucia y lograr que se pelearan entre ellos. No, nos llenamos de martirologio y nos ofrecimos propicios a sus desahogos. Han comenzado por destruir nuestras “cosas” (lo que ellos desprecian como valores culturales de occidente). ¿cuánto tardarán en nuestra destrucción física?
….. “Oscuro y tormentoso se presentaba el reinado de Witiza” … frase afortunada y con sabor a actualidad de aquella inolvidable y vieja Enciclopedia, revivida tan magistralmente por García Pavón en parte de su novelería.
Dibujo 33.- ¿Y España qué?
K).- Triunfo final: EL PROTOCOLO. Memorias posibles de un futuro.
Todo va demasiado rápido. Pensar en ahora es pensar y después, no hay tiempo para recapitular sobre las causas del antes; por eso, también en cuestiones de Poder, uniremos presente y futuro.
Los experimentos de grandiosidad del siglo XX y sus consecuencias no trajeron la venida de un esperado Sentido Común (las palomas ya no ejercen de anuncios salvadores, de mensajeras de paz, ni de luces de conocimiento), sino una intuición de que todo estaba agotado y había que protegerse de nuevas creaciones funestas.
Era un pre-pensamiento sensato y sensato, muy en “plan B” americano. La lucha por el poder de un mundo partido en dos amenazaba con extinguir todo lo habitable a ambos lados de la línea que marcaban territorios y poderíos.
A estas alturas quedaba ya my poco del “nosotros” conocido y del animal humano con una cierta capacidad superior. El “cogito” y el “sum” había perdido el vínculo del “ergo”; y si se alguna vez todavía se conjugaban era solo a costa de la amputación de una consonante.
¿Qué quedaba por dominar en una entidad suprimida en seso, con la palabra conjugada solo en verbo de acción, borrada en identidad y ahíto de anhelos por satisfacciones espurias? Pues todavía había quedado algo. Reducido – como quedó – a modelo funcional de comportamiento, las nuevas direcciones del Poder se dirigieron a esa faceta: el control de las conductas. Y se inventó la Norma escrita.
Que era muy diferente de la normas previas que de tipo moral o social ya habían sido interiorizadas en pro de una mejor convivencia y cuya superación sublimada había sido origen de culturas. Esta palabra escrita como orden, fría, sin afecto, deshumanizada, conminativa, despojada de toda capacidad de modulación, de confrontación crítica, de juicio de elaboración, tenía que ser aceptada-acatada si se quería dar un cierto sentido a la vida. No había otros adjetivos que los profesionales, la adjetivación da rasgo de identidad, fuera de ella no cabe existencia … El hombre perdió su sustantividad, dejó de ser por sí mismo (fuera la esencia) para pasar a ser…algo, y ese algo es una actuación indiferenciada, predeterminada y ajena. Esta norma se llamó PROTOCOLO y sus distintas variaciones: Manual de trabajo, Estatuto, Código, Normativa, Procedimiento, etc., y otras excrecencias semejantes nacidas de una Administración con alma de trampero. Fue la superación del Poder destructivo del hombre contra su propia naturaleza hasta su transformación en conductópata adaptado o marginado según su grado de obediencia.
También cambió la forma o método de ejercer el Poder. Desapareció el “Yo Ordeno” porque tenía mala prensa y facilitaba un cierto grado de rebeldía de especie que aún conservábamos (lo llamaron contra-poder para desprestigiarlo), y lo sustituyeron por un “Se Prohíbe” que se institucionalizó en medida del poderío. Se “puede” más cuanto más se puede impedir, y no hay otra forma de constatarlo que el ejercicio repetido y ampliado del mismo. Aquí, como en tantos otros lugares la función crea el órgano. Y este ejercicio de Prohibir marca el mayor grado de creatividad del hombre. ¡Paradojas de la evolución!
En algo si hubo un cambio para mejor aunque no se valorar si fue una acción decidida o fue la consecuencia de todas las actuaciones anteriores, disminuyó el tamaño del territorio sobre el que se ejercía el Poder por el gasto económico que conllevaban, se acabaron los latifundios, – eran costosos de mantener – , se sofisticaron las armas porque sus “daños colaterales” resultaban gravosos de reparación, y como la satisfacción se limitaba ahora al goce de la prohibición bastaba elegir una pequeña parcela en la que se pudiera imponer algo. Las grandes batallas se hicieron libros de historia, el personal se deja la piel por ser presidente de una Comunidad de vecinos, de un pasillo, del control de vestuario de una sección de venta, etc…, ahí puede prohibir a sus anchas o a sus estrechas. El orgasmo orgiástico de su ejercicio no hay quien se lo quite. ¡Bendito sea Dios!
¿Desaparecerá la idea del Poder en el género humano? No creemos posible. Atisbamos que ahora el poder se apunta a cambiar la historia y la memoria e las cosas. La palabra-comunicación ya ha perdido su capacidad de retener los hechos significativos, para pasar a una palabra-acción desplazada de su origen (lo oral) a zonas distales y actuantes (lo manual), la verdad pública será la publicada (¿se acuerdan de quién y cómo se anunció verdad?) y ésta se modifica en relación con la habilidad de nuestros dedos pulgares… ¡m… c… en… la mar!
Lo que estamos seguros que no cambiará en el hombre será su Miedo al Poder. Han sido muchas generaciones, mucha historia evolutiva, muchos tipos de ideologías y seudo-culturas que lo han grabado “en piel de genoma” en nuestra estructura molecular. Educados en el miedo al otro, en la idea de seguridad por sometimiento, en la experiencia de nuestra fragilidad frente a lo desconocido, y en tantas y tantas vivencias de desamparo frente la Naturaleza, que en nuestra memoria de especie pervivirá siempre el miedo al ansia de poder del “otro” ya sea humano, institución, maquinaria o en todo caso nos quedará el temor avisado del viejo jefe galo Abraracúrcix: .. El cielo siempre puede caer sobre nuestras cabezas
Dibujo 34.- memoria para el futuro
L).- EL PODER DE LA GLORIA
Aunque no es frecuente hay un poder no lesivo, vencedor de tiempos y de espacios, hecho para el hombre y no contra él. Recuperador de su capacidad de Influencia en el Otro sin distorsionarle ni disminuirle. Su reino, tampoco es de este mundo, pero nació en él y trata de enriquecerlo con sus dones.
Destinado a poseerlo a unos pocos que la fortuna elige, es magnánimo en su distribución.
Sus dueños, en su tiempo tuvieron que luchar contra envidias, resentimientos, menosprecios o ignorancias, ahora, tal vez tengan que sobrevivir a la frivolidad. Es el Poder de la Gloria y de la Fama.
Conocidos en una minoría, un ejército anónimo les sostiene identificados en un mismo objetivo: hacer al hombre más grato su paso por la vida y darle unos instrumentos para un desarrollo más completo.
En nombre de todos ellos, “Nosotros” rinde un homenaje a dos de ellos en el 400 aniversario de su muerte.
A vosotros, Shakespeare y Cervantes, dioses de la palabra contada, mis emociones, sentimientos y juicio estarán en deuda permanente.
Recibid mis sueños en este día: 24 de abril de 2016
Dibujo 35.- El poder perenne de la Gloria. Homenaje al 5400 aniversario de Cervantes y Shakespeare
M).- Y existe ¡cómo no! Otro tipo de Poder: el PODER DEL DINERO.
No había hablado de él porque no se puede decir nada mejor de lo que dijo mi ex vecino. …”poderoso caballero es Don Dinero” .
Desde que el trueque directo fue eliminado por incomodidad del transporte, y las cosas de este mundo se valoraron para ser objeto de intercambio poniéndolas un precio, todos descubrimos cual es la profesión más antigua de “nosotros” y con qué facilidad podemos ejercerla.
Y reconocer y confesar esto, ¿qué quieren que les diga? … me da cierta vergüenza…
Dibujo 37.- Poderoso caballero es Don dinero.