Tomando como referencia psicodinámica el modelo teórico de las Relaciones Objetales, nos vemos obligados a hacernos diversas preguntas sobre este Objeto Útil con que hemos definido al Psicoterapeuta Psicoanalítico en este tipo de Encuadre: ¿Cuál es su función a lo largo del proceso psicoterápico?, ¿En qué espacio Mental del Self del paciente se ubica? ¿Cómo logra producir los cambios?.
En principio tenemos que decir que no somos demasiado optimistas respecto a la posibilidad de responder a estas preguntas. Recordemos aquí que el propio D. Meltzer en su trabajo “una nota sobre los procesos introyectivos”, donde define que su proyecto de Objetivo Final de la Cura Psicoanalítica es dejar al Yo mejor equipado de objetos internos, – mecanismo que considera como un parámetro de la evolución -, dice que “En verdad, no sabemos todavía cómo se hace ese proceso de identificación”.
Sabemos que este mejor equipamiento se produciría a través de que el Objeto externo Analista entra en conexión con un Objeto Interno ya existente y Congruente, y a través de esta Experiencia emocional de Relación se inicie un cambio en la estructura del Yo.
El Tratamiento – para él – no sería más que el ejercicio de evitar que ciertas experiencias transferenciales o contratransferenciales impidan esa conexión o idoneidad, colocando al individuo en situación de que éste pueda Re-anudar su nuevo desarrollo eliminando obstáculos que lo interfieran.
Siguiendo este esquema, el Objeto Útil, que es un nuevo objeto que introducimos en el espacio mental del paciente, esperamos que conecte:
- con un objeto interno que hasta entonces haya estado descargado de vitalidad y de interacción con el Yo y que debería de movilizarse a través de esta conexión.
- y también que sirva para hacer nuevas experiencias con otros objetos externos semejantes
Para iniciar esta Reflexión podemos acercarnos a algunos conceptos psicoanalíticos de referencia que puedan aproximarse a esta idea y ayudarnos a pensar como funciona la Psicoterapia Psicoanalítica. Por ahora solo podemos ofrecer un conjunto de hipótesis
Hay desde luego una diferencia clara con el Psicoanálisis. Éste toma como Objeto la representación mental que tiene de los objetos primarios, y el terapeuta “entra dentro de esa constelación”; el objeto-terapeuta pasa – por así decirlo – a estar dentro del Yo, se incrusta en su estructura y crea una “nueva enfermedad” que es la Neurosis de Transferencia cuyos avatares en la cura van a completar el proceso terapéutico.
No tenemos esa visión del Objeto Útil, que siempre está “fuera del Yo” e impregnado de “datos de realidad”, por eso todo el proceso psicoterápico va a estar más lleno de vicisitudes de relaciones interpersonales (bien de excesivo choque o de excesiva adaptación) que de vivencias de conflictos intrapsíquicos.
A.-¿Dónde se ubica este Objeto Útil? ¿En qué espacio mental?
1º.- Desde el Esquema de Wisdom, no sería un objeto que forma parte del Self (“objeto introyectado nuclear”, u objeto nuclear), sino como un “objeto introyectado orbital”(objeto orbital), más periférico y que solo de forma temporal y episódicamente se convertiría en un objeto introyectado nuclear con función estructurante. Esto sería a costa de un trabajo del Self que engloba este tipo de objetos, y el proceso tal vez está más cerca de la idea de pseudo-identificación de Eriksson.
La nueva introyección del objeto orbital entraría en conflicto con los otros objetos contenidos en el núcleo del Self y que forman parte de las auténticas y verdaderas identificaciones y en cierta medida es esto lo que observamos que ocurre durante el tratamiento psicoterápico.
2º.- Una idea semejante es la que defiende entre nosotros Juan Francisco Rodríguez cuando habla muchas veces de la existencia de un espacio-consigna, o de espacio-buche o espacio-despensa, ubicado en una zona periférica al Yo, y donde éste deposita algunos aspectos del Sí-mismo que mantiene “a la sombra” y que episódicamente recoge, se identifica con ellos y funciona bajo esa identidad.
Hablaríamos entonces de un Espacio exterior al Yo, pero no ajeno a él, que es el que ocupa habitualmente este Objeto Útil y con el que establece relaciones y usos episódicos.
Desde estos dos puntos de vista parece deducirse que el Self del paciente puede hacer un Uso del Espacio interno de un Objeto Externo (el psicoterapeuta), y que a través de ésta utilización, alguna función de ese Objeto externo pasa a incorporarse al propio Self en posiciones más o menos periféricas pero con las que puede identificarse continua o episódicamente.
3º.- Es muy tentador identificarlo con el Concepto de Objeto Transicional de Winnicott del niño, con el que tiene 2 claras similitudes:
- se encuentra “casualmente” con él y viene del mundo externo.
- Su relación es de Uso, y luego es abandonado
Para Winnicott, la relación de objeto es seguida del uso del mismo, y el acento recae sobre este punto, ya que a través de su uso es posible “ crear” un espacio potencial, un nuevo espacio mental donde se pueden representar tipos de relación que podrán luego exteriorizarse y hacer experiencias emocionales factibles de lograr cambios estructurales.
Nos es difícil pensar que con este Encuadre limitado el psicoterapeuta se identifique con este Objeto Transicional, y más bien pensamos que pueda servir para que el paciente, usando de los objetos internos de éste, (“robando” funciones de él a través de identificaciones adhesivas) busque y encuentre otros objetos (relaciones con personajes de la realidad externa) donde si puedan tener lugar estos fenómenos transicionales, de fusión-separación, idealización-desilusión, etc. precursores de procesos simbólicos que sí cambian estructuras internas.
4º.- Creo que nos puede servir una idea tomada de la Psicoterapia Psicoanalítica de Grupos recordada y recreada por Pere Folch entre otros.
Conciben el Núcleo del Self como un Grupo de Objetos: es la idea clínica de la “Mente Múltiple” o la que Klein describió el núcleo del Yo como “La Asamblea democrática de los Objetos internos”. Idea que ya había aparecido en Freud tanto en la 1ª Tópica (Consciente, Preconsciente e Inconsciente) como en la 2ª (Yo, Ello y SuperYo). Y donde la idea central es que imaginemos una mente parcelada y con un estado de relación de estas parcelas entre sí de orden muy diferente, de unas parcelas que se comunican, de otras que por el contrario se ignoran , o bien de otras tan cercanas entre sí que están confundidas.
Esta mente múltiple es lo que el individuo es como sujeto, en su actualidad, en el momento actual, la coordinación de todos estos núcleos o partes en la que entran representaciones del sí mismo y diferentes aspectos de la representación de los objetos, tratando de organizarse en una conducta determinada. Esta conducta, cambiante o rígida, está “dirigida” por el predominio de una de esas parcelas: eso es el individuo como sujeto, en cada momento actual, su Identidad de Actuación. (Dice Freud en “Psicología de las masas y análisis del Yo”, de forma muy elocuente: : “ ... parece que estas identificaciones con los objetos toman por turno la conciencia …” y eso condiciona la forma de ser de esa persona o alguna faceta de su carácter.
Sobre este “conjunto de objetos” llega el nuevo objeto-terapeuta-encuadre y establece una posibilidad de relación con ellos que puede seguir las 3 vías que señala Bion en la interacción del místico con el Grupo:
a).- parasitaria, en la que una o ambas partes resulta destruidas por efecto de la envidia. Y queda así nuevamente reprimido la posibilidad de cambio y crecimiento.
b).- comensal o asociado, las dos partes coexisten y son indiferentes el uno al otro. Entra en transacciones defensivas con las otras partes y hacen un conflicto permanente caracterizado por el no desarrollo.(patología del encuadre como resistencia)
c).- y la simbiótica, que creo que tiene que ver con la congruencia entre este nuevo objeto y otro ya pre-existente que en esos momentos es revitalizado. Surge entonces la confrontación y hay posibilidades de cambio y desarrollo. Este conflicto Inter-nuclear e interno, tiene la posibilidad de expresarse en un conflicto Inter-personal y externo en la relación con los demás. La dramática interna se hace dramática externa y la resolución de ésta puede modificar la estructura interna.
Con la llegada de estos “nuevos personajes – artistas invitados” (terapeuta y los demás objetos reactivados por la transferencia que se expresan a través de relaciones personales), el Yo se sirve para poder representar aspectos muy disociados de su personalidad que sin esa ayuda y esa actuación en lo externo no hubieran tenido opción de “mentalizarse”. – ¿qué otra cosa es la Transferencia que la personificación de las partes escindidas de nuestro Self? (Klein-Bion).
Entenderíamos así la función organizadora del Encuadre como la posibilidad de que esta “mente múltiple” tenga su grado máximo de “representabilidad”.
El Terapeuta no sería más que otro de estos Objetos Útiles, externos y continentes de ciertas experiencias, que se ofrece particularmente a ser utilizado, a recibir esas proyecciones que son la transferencia, y que nuestra elaboración y devolución no masiva ni destructiva, permite que algo que está en la experiencia inconsciente pueda tener una representación y pueda tener vida. Esta es la forma de desarrollo mental de nuestros aspectos escindidos.
La Psicoterapia de Grupo es un modelo de este uso anónimo y cambiante, como lo son los distintos grupos que forman nuestra identidad; amigos, instituciones, trabajo, etc. que son temporales, cambiantes, sometidos siempre a separaciones, con dificultad para facilitar un proceso de introyección que no quede en la parte más periférica de adaptación al mundo externo.
Desde nuestra temporalidad limitada por el tipo de Encuadre, podemos ofertar poco más que usos , y un uso sin apenas conocimiento, siguiendo el modelo tecnológico en el fenómeno de la compresión humana. En un mundo externo de continuos cambios y de necesidades adaptativas a él ¿se puede pensar en una identidad fija?
5º.- Partiendo de la idea de Meltzer de significar el Encuadre como la disponibilidad de los objetos internos del terapeuta y especialmente del objeto Combinado, pensamos que en el caso del tipo de Encuadre que estamos hablando, el Objeto-Útil sería una de las representaciones posibles del Objeto Combinado – Pareja parental – en alguno de sus momentos evolutivos.
Éste Objeto Combinado original, viene a representar la pareja de los padres con su vínculo de unión, mágico y secreto para la mente infantil, que limita, pone normas, delimita terrenos frente al niño, que le excluye parcialmente y que despierta en éste deseos de curiosidad intrusiva y también deseos de atacarla, romperla y establecer una relación dual con uno de los personajes de la misma.
Este Objeto Combinado, en el proceso de Psicoterapia está representado por la pareja: terapeuta-normas, terapeuta-interpretaciones, etc, en una palabra Terapeuta-Encuadre que con sus límites y funcionamientos, es lo primero con lo que choca el paciente en sus deseos conocerla y de ajustarla a su realidad, produciendo frustraciones que son imprescindibles para la posibilidad de crecimiento mental.
Pensamos que en la evolución infantil, las ansiedades frente a la escena primaria y a la pareja de los padres pasan por 2 momentos o puntos de organización:
Hay un primer tiempo de elaboración y resolución mental dominado por las fantasías que se proyectan sobre la pareja y que se organiza en el espacio mental intrapsíquico del niño.
Y posteriormente hay un segundo tiempo evolutivo de este conflicto. En él la elaboración y resolución están dominados por las conductas y actuaciones de confrontación con la realidad en el espacio exterior. El niño, a través de comportamientos de ensayo y presión, sobre esta pareja o sobre una de las partes de la misma intenta “realizar” (llevarlo al plano de lo real) y con ello modificar o ratificar las resoluciones mentales previas (resoluciones edípicas). Busca satisfacer pulsiones como la curiosidad, la posesividad, etc. que con toda seguridad quedaron deficientemente reprimidas y re-experimenta – y habitualmente consolida en el espacio de la actuación externa – aquellas primeras resoluciones.
El “Objeto Útil”, en el proceso de Psicoterapia, es una posible representación de este Objeto Combinado, y pertenece no a la recreación de la representación mental del objeto en la encrucijada edípica, sino que corresponde a una realidad biográfica, a las conductas provocadoras y reales del niño hacia esa pareja hasta su represión en la fase de latencia.
El individuo, en este proceso de Regresión controlada que es el Encuadre limitado, retorna con el “Objeto útil” a la recreación de un intento de representación real y biográfica de las circunstancias de su evolución, fija su regresión a esas circunstancias patógenas, regresa a esa experiencia y ensaya repeticiones o nuevas resoluciones.
Todo ello produce esa impregnación de Realidad externa con la que hemos definido la característica básica de este Encuadre.
Intuimos que la capacidad de cambio estructural, de efecto terapéutico, dependerá en un grado muy importante de la “Calidad real del objeto histórico real” y en su versión actualizada de objeto externo transferencial, (el terapeuta), de cómo tiene que manejar, sin interferencias derivadas de la Transferencia y la Contratransferencia, las presiones de Curiosidad, Control y Posesión a que le va a someter el paciente en sus nuevas experiencias.
El Objeto Combinado está en la base de los pensamientos. Su continua oferta de Flexibilidad, Firmeza, nivel de Frustración tolerable, Modelo de formación de Pensamientos y Visión integrada e integradora del Sí-mismo, puede crear ese nuevo Espacio Mental que permita el desarrollo de nuevas estructuras psíquicas.
La posibilidad y capacidad de este Objeto-Útil-Terapeuta, para entrar en interacción dinámica y movilizadora (simbiótica) de la grupalidad interna del Yo y producir cambios, parece estar relacionada con la medida que el Objeto inicial (histórico-real), pudo facilitar algún tipo de satisfacción a las conductas de curiosidad del sujeto manteniéndolas en el terreno de lo mental y no de lo sensual. Solo así, el Objeto Útil con su capacidad de Rêverie, podría ser “congruente” con un objeto Interno y potenciar el desarrollo de éste como nueva estructura intra psíquica.