Seguimos partiendo de una serie de hechos que nos parecen irrefutables.
– Que el tipo de Encuadre es determinante en la naturaleza y objetivos que se plantee cualquier modalidad de Psicoterapia Psicoanalítica.
- Que este tipo de Psicoterapia de Encuadre Limitado, puede producir cambios psíquicos lo suficientemente importantes para considerarlos como cambios Terapéuticos.
- Que esta modalidad de Psicoterapia, por sus características de limitación, no favorece la Introyección del Objeto-analista como lo hace el Encuadre ortodoxamente analítico y responsable de los cambios en el Proceso Psicoanalítico.
- Que estos cambios no tienen capacidad resolver carencias básicas importantes, ni producir cambios sustanciales de identidad permanentes, aunque sí una adaptación más amplia, más acorde con la realidad interna y más creativa de lo que hasta ese momento disponía el paciente.
- Que la potencialidad terapéutica corre a cargo de lo que en este Marco hemos denominado “Objeto útil” de funciones y mecanismos distintos a los de la cura psicoanalítica clásica.
La formalización de este tipo de Encuadre nos viene dada por la necesidad de adaptación a una realidad social, cultural y económica en la que se mueve el hombre de hoy, donde tiene lugar su sufrimiento psíquico y en la que ha instalado un “estilo” de la idea y los procedimientos de salud mental bastante alejados del molde del Psicoanálisis.
Por ello, nos hemos visto en la necesidad de manejarnos con un nuevo Concepto, el Concepto de Objeto Útil, caracterizado más por su Uso que por su Interiorización para proporcionar ese mejor “Equipamiento” de objetos y mecanismos de los que habla Meltzer en el objetivo de la cura psicoanalítica.
Este nuevo Objeto pensamos que corresponde a una modalidad de Objeto Combinado, caracterizado por la impregnación de elementos de Realidad (biográficos y relacionales, con los que choca el paciente desde su primer encuentro, donde es sometido a experiencias de frustración, exclusión o no satisfacción primaria, pero donde se le ofrece de una manera continua posibilidades de organizar pensamientos a sus experiencias emocionales. (satisfacciones de tipo de vínculos K preferentemente).
Este Objeto, ubicado siempre en el Espacio Real y Externo, va a favorecer el desarrollo de experiencias transicionales, que habitualmente el paciente realiza con otros objetos fuera de la situación analítica. Esto da al proceso una característica de actuaciones continuadas, de experiencias de ilusión / desilusión, que no son contrarias al crecimiento y desarrollo del aparato psíquico.
El final de la Cura, ha de pasar obligadamente por el análisis, por parte de la pareja paciente-terapeuta, de los significados de este tipo de Encuadre y las fantasías, generalmente Omnipotentes por ambos lados, que determinaron su instauración.