….. Y la feria de 1017 pasó, y se fue; … con un año más para ella y un año menos para los que la seguimos. Se fue como entró, casi de puntillas, por el foro, como pidiendo permiso para su repetición, dejando el escenario poblado de los fantasmas de la incertidumbre.
A nivel de crónica, y aparte de lo señalado en los distintos que hemos recorrido no aportó demasiadas cosas nuevas, ni inesperadas, porque si de algo padece nuestra Fiesta es de una Repetición casi desesperanzadora. ¡Cómo no iba a ser así si siguieron toreando los mismos de casi siempre!
La Realidad matemática de las cifras nos deja un recuento que sigue siendo alarmante. Se toreó menos y en menor número de Plazas, se ve que la contumaz mordedura ensañada del Anti-taurinismo va surtiendo sus efectos; ¡peligrosa es sin duda la unión de la maldad con la moda o el esnobismo!
Tal vez hubo una mejoría en la presencia y consistencia se los toros; pero eso si, salen toros cada vez más toreros de la rama “torerista”; llegan a la plaza con su guión de embestidas aprendidas y adaptadas dispuestos a no crear inquietud en los tendidos y a acoplarse a ese canon de la “faena modelo” que los diestros figura (Maestros) deciden que ha de llevarse esa temporada. Parece toros criados más a la sombra de árboles de “lexatines” que corredores de un campo bravo; pero me pregunto si a estas alturas, la mejoría adaptativa de nuestra cabaña de vacas y toros bravos sirva a para algo. El baño ya está hecho, el Toreo se ha dejado deslizar en su progreso por la vía del espectáculo estético para minorías de paladar exquisito, más que por buscar groseros acaloramientos populares y populistas. ¡Cuánta raza y casta perdidas por artilugios genéticos bioquímicos! ¡cuánta valentía y arte torero extraviados en ese toreo poderoso-científico que da la idoneidad de Figura!
Y a este problema evolutivo, añádanle que siempre torean las mismas 10 a 20 figuras que encabezan el escalafón. Círculo vicioso que se cierra a sí mismo; el público exige determinados carteles para ir a la plaza, y esa “cartelería” repite una y otra vez su repertorio. El Toreo en España se parece cada vez más a aquellos ciñes de Sesión Continua de nuestros Años Sesenta. ¿Sería posible exigir en cada anuncio de corrida que junto a una figura, participaran dos torerillos nuevos e inexpertos que despertaran expectación? Porque el espectáculo que se ofrece tan pre-conocido y con tanta diferencia de conocimiento y poder por parte de los toreros, o esto empieza a parecerse a un abuso “de raza”, o casi estoy por dar la razón a los antitaurinos al pensar que resulta gratuito e innecesario el derramamiento de sangre.
Pero vayamos a lo concreto:
La pre-concepción de duelo se quedó en expectativa. López Simón se arrugó ante la responsabilidad, y luego de un tiempo perdido entre sus sombras terminó toreando para sí mismo ¡que le aproveche! o habrá que pensar en eso de la Introversión en el toreo. Roca Rey se deslizó por fácil camino del toreo bonito y taquillero.¡qué pena!
Como siempre la lista de toreros lidiadores y mandones la encabeza el Juli, mal que le pese a algún público, seguido muy de cerca por MA Perera que sigue dominando el arte en las distancias cortas, un espacio que nosotros creíamos privado y exclusivo de los boxeadores fajadores. Ponce nos dejó sus lecciones magistrales e higiénicas.
Una lesión rompió el año de JM Manzanares que había comenzado bien. Talavante estuvo en genio, pero a chispazos (no importa, merece la pena seguirle). Castella nos dejó la exquisitez de sus formas y conjunto de sus faenas; como todo francés caminará inexorablemente al manierismo. Nos quedamos con ganas de ver con más frecuencia y mejor suerte la ortodoxia torera de Urdiales, y a Joselito Adame no sabemos si le ha salido un hermano o un juanete porque le ha apeado de andaduras seguras.
Quiero avisar de Juan del Álamo: Ojo con este torero en el que la humilde sabiduría castellana cabalga tan bien administrada: /Grano a grano, se hace granero/ Oreja a oreja, en cada tarde/ se hacen toreros de Puerta Grande/. Él, en fino, y Escribano en valiente, parecen ser la futura infantería dispuesta al asalto.
Creo que los “torero-espectáculo”, toreo de sol y andana va llegando a su fin. JJ Padilla o El Fandi, dos valientes y buenos comunicadores se irán quedando sin sitio, y lo mismo con otros a los que la afición se les ha escapado en su ensimismamiento (por ejemplo El Cid).
Os hubiera gustado ver más a un buen y valiente torero: José Garrido que apuntaba a una buena alternativa al plantel actual. Y alguien que parecía muerto: Daniel Luque, la afición de Madrid le auscultó y .. ¡sigue vivo!…. Nos alegramos también de las mínimas resurrecciones de Rubén Pinar
De los nuevos no reseñados, solo Gonzalo Caballero ha sabido hacerse notar. Ginés Marín ha tapado a todos, es sin duda del triunfador de la temporada, su rastro empieza a tener un aroma parecido a Joselito ·el Grande”. Su éxito ha estado en parte favorecido por el apagón de Morante, y tal veza sea ésta una de las noticias marcadas de la temporada. Al “genio de la Puebla” se le rompió o él hizo trizas su imagen cuando ésta se negó a responder a su quimeras. Ahora anda perdido en las hondas negruras de encontrar razón a su existencia. No quiere su pasado y el futuro se ha hecho aire que se le escapa entre los dedos. Cayó la compostura que era más que un armazón externo, en su interior la cabeza se golpea entre vacíos y ausencias. Quisiera pensar y recomponerse tras una idea grandiosa merecedora de una entrega total a su causa. Intento vano. Morante es música, y compás, y melodía, solo le rescatará el dolor de los “quejíos” profundos de sus “soleás” al compás corporal amigo de una bulería.
¡Hay que rescatar a Morante! ¡ Cantémosle!. La Fiesta y nosotros le Necesitamos. Queremos sentirnos “bonitos” con él.
En fin. La fiesta sobrevivió, que en estos momentos ya es decir mucho. Y le esperamos, que también es bastante.
Octubre de 2017